EL HURACÁN MESSI SACUDE MIAMI
Por: Jorge Barraza
“Cinco de los quince artículos más leídos son de deportes, y cuatro de ellos sobre Messi”, contaba sorprendido Andre Fernández, editor de El Nuevo Herald y The Miami Herald, los diarios hermanos de la península de la Florida. El debut de Messi con su cinematográfico gol de tiro libre en el minuto 94 batió todos los registros de audiencia: lo palpitaron 12,5 millones de personas. El partido de fútbol más visto en la historia de Estados Unidos. Conste que Messi está encapsulado: por primera vez la Major League Soccer no va por TV abierta a través de los gigantes CBS, ABC o NBC, Univisión o Telemundo ni por las cadenas internacionales de deportes como ESPN, Fox Sports, DirecTV. Apple hizo una apuesta fuerte: pagó 2.500 millones y se quedó con los derechos de transmisión, quien quiera ver los juegos debe abonarse al canal del coloso tecnológico. Esto, obviamente, resta espectadores. Por una señal abierta aquel número tal vez se hubiese triplicado. En Apple corre el champán: desde el desembarco de Messi, cientos de miles de nuevos suscriptores pagan los 8 dólares mensuales para tener acceso a la magia de Lionel. Y no son sólo de Estados Unidos, hay de todo el mundo.
El miércoles, cuando el Inter Miami saltó al césped a enfrentar al Orlando City, la cuenta de Instagram del club de David Beckham superaba los 13 millones de seguidores. Hasta la noticia de la llegada de Messi apenas sobrepasaba el millón. El Inter histórico, el de Milán, con 115 años de tradición y 44 títulos, entre ellos 19 Scudettos y 3 Champions, con esfuerzo logró rebasar el pico de los 10 millones de adherentes.
Adidas, el proveedor oficial de la MLS que ha asociado a Messi en las ganancias por la venta de sus camisetas, se vio desbordado y no alcanzó a abastecer la messimanía. Lanzó 825.000 prendas y se agotaron en un suspiro. Y eso que la prenda oficial cuesta 190 dólares. Pero ya están las máquinas echando humo en las fábricas de Vietnam, Noruega, Italia y Ohio para, en octubre, volcar sobre el mercado estadounidense e internacional varios millones de casacas con el 10, lo mismo que sucedía en el Barcelona y en el Paris Saint Germain, aunque esta vez en un club nuevito, ignoto hasta hace un mes y que va último en las posiciones.
“Las entradas para ver al Inter Miami antes de Messi costaban 15 dólares e incluían un hot dog. Luego las bajaron a 5 dólares. Ahora, las más económicas salen 168 dólares. Hay que considerar que esta es una región de entretenimiento y el abanico de ofertas es impresionante, pero igual el boom desatado por Messi superó todo lo imaginable. Leo es una máquina de generar dinero”. Lo cuenta Luis Sánchez Espinar, peruano con treinta años de residencia en Miami, periodista del diario Las Americas. “Jamás pensé que iba a vivir esto, tengo la ilusión de un chico. Acá éramos siempre 8 reporteros en el palco de prensa, en los últimos tres juegos vinieron cientos”, completa.
Hoy juegan Dallas FC e Inter Miami en Texas. Las entradas salieron a la venta el viernes y se agotaron ¡en 22 minutos…! Nunca había pasado. Pero quien se frota las manos es el Chicago Fire, que recibirá al equipo rosa y negro el 4 de octubre. Lo comentó Paul Tenorio en The Athletic: “El club de Chicago, de pobre actuación en la liga, embolsó 7 millones de dólares en sus 16 juegos como local. Pero ya vendió las 61.500 entradas del Soldier Field para cuando venga Messi y recaudaron diez millones de dólares”.
“Las grandes ganancias con Messi no están en la taquilla, en el estacionamiento o en la venta de camisetas y comida en el estadio”, afirmó Tom Mulroy, exfutbolista y actual ejecutivo, quien enfrentó a Pelé cuando O Rei transformó este deporte en Estados Unidos, al llegar al Cosmos de Nueva York a mediados de los ‘70. “Los mayores ingresos están en las redes sociales con un público global”, agregó Mulroy. Y dio un ejemplo: el video clip del gol de Messi de tiro libre en la última jugada del partido en que el Inter Miami venció 2-1 al Cruz Azul, el 21 de julio pasado, fue visto por 140 millones de personas.
La diferencia de la Era Messi con las anteriores, las de Pelé, Beckenbauer, Cruyff, Henry, Beckham, Ibrahimovic y tantos otros es que a aquellos les llevó años, el de Rosario generó una revolución jamás vista en apenas 48 días, los que mediaron entre su anuncio en París de que iba a Miami y el día del 4 a 0 al Atlanta United, cuando hizo dos goles. Un terremoto express. Hay que subrayar que es la primera vez que arriba al fútbol norteamericano un campeón del mundo vigente. Y con su fútbol vigente. Pese a sus 36 años, el genio está fresco de piernas y de mente. Messi se consagró en Catar hace ocho meses, viene de hacer una muy buena temporada en Francia (elegido mejor extranjero de la liga, con 21 goles y 20 asistencias). Y con un agregado importante: el 30 de octubre podría recibir su octavo Balón de Oro. Sería el primer futbolista en lograrlo mientras actúa en el fútbol estadounidense.
Vuelve Tom “Soccer” Mulroy, leyenda absoluta del yanquifútbol, hoy con 66 años: “La llegada de Pelé permitió que el fútbol entrara en el país, porque antes de él estaba reducido a las comunidades de inmigrantes. La contratación de Messi es el paso siguiente y final para llevarnos a la luna. Pelé era las raíces, Messi es la TV, la tecnología. Es como si se completara el círculo”.
Messi provocó una revolución en la MLS que no lograron Zlatan Ibrahimovic, Didier Drogba, Kaká, Thierry Henry ni Pelé, escribió el periodista neoyorquino Gabriel Debenedetti en nymag.com “Todos ellos aportaron, pero esta vez es diferente. La llegada de Lionel Messi a Miami ya es algo completamente nuevo. Esta vez, los deportes en Estados Unidos han cambiado, la superestrella más grande del mundo y el héroe de la Copa Mundial más reciente aterrizó no solo en busca de un desenlace fácil en su carrera, sino que hay un nuevo paradigma, como quedó demostrado en su gol del debut, un impresionante tiro libre ganador que se sintió casi escrito. Es capaz de una brillantez que surge de la nada… Beckham no tenía eso, tampoco Rooney”. Messi le dio la razón: en sólo dos partidos y fracción de otro marcó 5 goles, dio una asistencia y mandó un tiro al palo. Brutal. El Inter Miami, habituado a las derrotas, hilvanó tres victorias al hilo.
¿Por qué erupcionó este volcán de euforia en una afición fría como la de Estados Unidos, donde el fútbol es el quinto deporte…? Naturalmente, Messi es una leyenda en activo, el hombre de los goles de Van Gogh, las jugadas de Da Vinci y los pases de Miguel Ángel, pero más allá del juego, y a diferencia de todos sus colegas, Leo tiene una conexión única con los niños y las mujeres.
Los pequeños lo ven como un auténtico superhéroe, el bueno que vencerá a los malos. Lo aman. Cuando estos niños crezcan y tengan 25 ó 30 años la popularidad de Messi trepará hasta límites inimaginables. A su vez, el segmento femenino lo mira con ternura acaso por ser familiero, por tener la misma mujer desde los 13 años cuando vivían enfrente, en Rosario, por su semblante amable y nunca una palabra hostil. El perfil del fan messiánico no es sólo el clásico varón futbolero adulto, sino un universo mucho más amplio.
“Es un pájaro, es un avión…” No, es Messi.