SALIÓ EL GOL
Por Jorge Barraza /Staff FullDeportesUSA
A tono con lo que estamos viendo del fútbol en los últimos meses -escasas figuras, mínima creatividad, juego aburrido, pocos estoicos que aguanten ver un partido completo- la Eliminatoria cerró la primera rueda con 80 goles en 45 partidos, a un escuálido promedio de 1,77 por juego. Que no se alcancen a ver dos goles es desalentador. Con relación al Premundial anterior se registran 38 tantos menos. La media de gol para el Mundial 2022 era de 2,68. El juego experimenta una declinación inquietante en brevísimo tiempo. La presión reina en la prédica de los entrenadores y como todos presionan, se abortan las posibilidades de gol y, por ende, los goles.
Pero al comenzar la segunda rueda, un gran rayo de luz iluminó el camino y vimos 17 impactos en cinco partidos, o sea 3,40 por juego. Se lo debemos esencialmente a las goleadas de Argentina, Colombia y Brasil.
* Brecha. Cumplida la 10ª. fecha, comienzan a notarse dos niveles en las posiciones. Uno, arriba de la tabla, que nuclea a Argentina (22 puntos), Colombia (19), Uruguay y Brasil (ambos con 16). Otro segmento compuesto por Ecuador, Paraguay (los dos con 13), Bolivia (12) y Venezuela (11). Y muy despegados -y casi condenados- Perú (6) y Chile (5). No obstante, no se trata sólo de una superioridad numérica sino también futbolística, de juego. Se puede esperar una actuación atractiva de Colombia, de Argentina, el resto se inscribe en la medianía o en la mediocridad que ha signado esta competencia desde su comienzo. Ha habido cuatro jornadas completas con 8 goles y una hasta con 7. Pobrísimo.
* Derrumbe. El de Venezuela, que estaba cuarto al cumplirse la 6ª. jornada y ahora, tras los cotejos de septiembre y octubre, bajó al 8vo. lugar, quedando fuera de los puestos de clasificación y de repechaje. En estos cuatro encuentros apenas cosechó 2 puntos. Amaga quedarse en el trío de la infelicidad junto a Perú y Chile.
* Trepada. La de Brasil, que junto a Bolivia son los dos que consiguieron 9 puntos sobre 12 en los últimos cuatro compromisos. Sin brillar, al menos la Canarinha consiguió sumar y se dio paz. Es la primera doble jornada en que Brasil logra los seis puntos, justo cuando faltó Vinicius, que, dicho sea de paso, no ha convertido ningún gol en esta Eliminatoria. Los otros dos extremos han tenido buen rendimiento: Raphinha, 6 partidos, 3 goles, y Luiz Henrique, 4 juegos, 2 anotaciones. Pero, lo más importante, ha jugado tranquilo, Brasil, sin que se le arme ninguna guerra con los rivales.
* Euforia. La que reina en Paraguay desde la llegada de Gustavo Alfaro. No da festivales de fútbol y debió medir a cuatro rivales muy duros, pero ha logrado dos victorias (versus Brasil y Venezuela) y dos empates (Uruguay y Ecuador) que le permiten llegar a noviembre dentro del grupo de los que ganan cupo. “Más allá de devolverle a Paraguay su esencia defensiva y su creencia en sí mismo, también ha demostrado que hay jugadores y sólo es cuestión de convencerlos y jugar creyendo. En el Defensores del Chaco no se vivía un ambiente tan efusivo desde 2010. Alfaro saca lo mejor de los jugadores”, opina Timothy Venables, historiador y estadígrafo inglés residente en Asunción.
* Goleada I. Colombia fue demasiado para Chile y ya se afirmó en el segundo puesto, confirmando que su clasificación es segura. Con cinco puntos más se habrá garantizado una plaza en el Mundial. Y quedan 24 en disputa. Con Colombia nunca hubo dudas en cuanto a puntajes, sólo necesitaba recuperar su memoria futbolística con un triunfo redondo. Se aprovechó de La Roja. Debutó en la red Jhon Jader Durán, que promete sonrisas para los próximos años, el equipo volvió a marcar de cabeza, siendo el juego aéreo más temido del continente. Y regaló una tarde apacible y feliz.
* Desmoronamiento. El de Uruguay, que lleva 7 juegos sin triunfos, contando los últimos tres choques de la Copa América y estos cuatro del Premundial, con dos derrotas y cinco empates. En seis de esos siete cotejos Uruguay no marcó goles. El lío monumental que generaron las declaraciones de Luis Suárez retumbaron en todo el país futbolístico. Esto generó que poquísimo publico concurriera al estadio Centenario frente a Ecuador. Tribunas despobladas. Algunos opinan que ya basta de Marcelo Bielsa, aunque el público se puso de su lado en el “caso Suárez”.
* Sin variantes. No ha mostrado ninguna arista nueva Ecuador en los cuatro encuentros dirigidos por Sebastián Beccacece. Lo que ya sabemos: un equipo físico, sostenido por su extraordinaria defensa, sin gol (lleva 6 en 10 salidas al campo) y, lo más preocupante, sin creatividad en la zona de gestación de juego. Kendry Páez y Gonzalo Plata son creadores que no crean, y eso lo sufren los delanteros, que rara vez se encuentran de cara al gol. Aparte, ninguno de los volantes llega al área y eso es preocupante. Apenas un gol en estas cuatro presentaciones con Beccacece, y a cargo del de siempre: Enner Valencia. Seguramente clasificará, Ecuador, y tal vez ése será su único mérito.
* Imposible. Que Chile pueda revertir en las ocho jornadas que restan su situación actual. No sólo es último y debería obtener unos 20 puntos de los 24 que restan, sino además mejorar un mil por ciento su capacidad futbolística, su juego. Chile ha faltado a los últimos dos Mundiales y está por sumar un tercero. Obviamente, Ricardo Gareca ha fracasado hasta el momento, sin embargo, cuatro técnicos han pasado y nada cambia. Reinaldo Rueda, Martín Lasarte, Eduardo Berizzo y ahora Gareca no han podido hacer arrancar la máquina. El desempeño en Barranquilla, el martes, fue pavoroso. Nos cuesta encontrar una actuación peor de un equipo en la Eliminatoria. No se le ve una jugada, un jugador que pueda hacer una maniobra acertada, aunque fuese aislada. Pierden todos los duelos. Sería presuntuoso de parte de ellos deslizar que le están haciendo la cama al técnico. Ni para eso están. El diagnóstico es más sencillo: son eso que ofrecen, eso que vemos. Tal vez la peor Selección Chilena de la historia.
* Perfecta. La noche de Argentina frente a Bolivia. Un Monumental con 85.000 personas se dio un empacho de fútbol. El campeón del mundo y bicampeón de América volvió a lucir sus mejores galas. Bolivia armó un equipo con sólo cuatro en el fondo y un medio completo de jugadores técnicos, de buen pie, como para jugar de local ante Venezuela o de visitante ante el pobre Chile actual. Dejó jugar. Argentina, con su característico juego de toque, circulación y presión lo demolió 6 a 0. Uno de los seis fue una brillante combinación culminada por Thiago Almada, el brote más prometedor del árbol de la renovación, y el que asoma como futuro sucesor de Messi en el equipo. Posee un físico esmirriado, aunque lo reemplaza con clase, inteligencia, conducción y gol.
* Eterno. La noche previa a cumplir 20 años en Primera División, Lionel Messi dio un show magistral ante Bolivia con tres goles y dos asistencias (¡fantásticas…!) Una vigencia jamás vista en el máximo nivel de este deporte, porque no se trata sólo de goles, esa es la parte menos importante de su repertorio. Cuentan sus genialidades, su visión extraordinaria del juego, sus pases mágicos, su armado del ataque, sus asistencias, su gambeta única. Nadie compite con él en esos ítems. Está más sabio que nunca y muy rápido mentalmente. Por muy lejos el mejor jugador del mundo, aunque ya no gane el Balón de Oro. Una suerte de haber sido sus contemporáneos.