EL TORNEO DONDE SE ACABARON LOS MIEDOS AL RIVAL DE TURNO
Por: Rafael Crisóstomo/ FullDeportesUSA Staff.
Fue un Mundial diríamos sin temor a equivocarnos, uno de los mejores que hemos podido asistir en persona (cinco) o como televidente en muchos otros. Hubo lluvia de goles, con la mejor final emotiva de todos los tiempos. Argentina se trajo la Copa Mundial a Sudamérica, consiguiendo su tercera Copa después de 36 años.
Fue el “Mundial de Messi” ese que le había sido esquivo por varios torneos. Vimos al Messi que todos queríamos ver. Desenfadado, maduro en su fútbol, sacando su magia futbolera cuando se necesitaba para fustigar al oponente con realmente magníficos goles o poniendo la pelota al ‘alfil’ compañero para que le ponga la rúbrica del gol.
Fue un mundial donde los ‘chicos’ crecieron, donde se acabaron los miedos a los ‘consagrados rivales’. La mejor muestra, la dieron los africanos de Marruecos que se metieron hasta los cuartos de final con un fútbol de temple y de garra, poniendo el buen pie a la pelota con inteligencia, con vehemencia, sin dañar, pero con personalidad. Despacharon a una favorita España sin pestañear en un partidazo efervescente.
Así lo entendió claramente Argentina tras recibir el primer batacazo por parte de Arabia Saudita que los derrotó en su primer partido y los sacó de limbo ganador con que llegaban al Mundial.
El resto lo vimos todos. Todos los equipos ‘chicos’ se crecieron ante los rivales clásicos. Inglaterra no fue la misma, Alemania totalmente desdibujada. Ni que se diga de Brasil que le costó mucho llegar octavos y fue despachada a casa por el subcampeón del mundial Rusia 2018, Croacia, con un ritmo de fútbol donde casi ni respiramos.
Argentina que pasó a momentos de pánico tras caer ante los Halcones de Arabia Saudita, supo sacudirse con calma ante México aunque no fue fácil porque los aztecas salieron ante Argentina a jugarse el todo por el todo. Messi se encargó de comprarle los pasajes de regreso a casa.
Creemos sin regatear opiniones, porque eso es lo que vimos. Argentina se llevó merecidamente el título por lo hizo en la cancha, muy al margen de Messi. Salió frente a cada rival a manejar la pelota con seguridad, con firmeza, con una convicción de ganador, sin dejar de encimar la rival dejando la vida en cada marca.
La final fue el mejor – histórico –, partido que hemos visto en muchas finales de Copa. La albiceleste jugó y desapareció por 80 minutos a su rival, Francia, que llegaba sobrio y manejando finísimamente bien la pelota.
Pero Argentina demostró que sí lograron el galardón es porque salieron a jugar diferente y que si Latinoamérica quiere ser realmente competitivo, lo que tiene que hacer es jugar diametralmente diferente. Tomar la iniciativa, ir al ataque, defenderse copando todo el terreno.
Así recordaremos este Mundial bajo los lentes de nuestras cámaras, histórico, con muy alto nivel de juego, sin miedos a rivales, con jugadores que parecían gladiadores y finalmente recordar en la praxis viviente a un jugador que pasó al pódium de los grandes con letras mayúsculas…MESSI!!! Sin que nadie nos lo cuente y ni ver tantísimos videos. Gracias Lionel Messi dejas un legado ejemplar, dentro y fuera de la cancha, con valla muy alta!