LA GARRA CHARRÚA SE IMPUSO A UN BRASIL SIN ARGUMENTOS.

Uruguay desnuda a un Brasil sin ideas y esquemas. Foto/ Andina-Perú

Por: Cesar Gonzales / FullDeportesUSA

Uruguay solo tenía una idea en mente, salir a presionar desde el primer minuto, copar el medio campo para impedir a Brasil crear juego y desarrollar ataques. Esto suponía un gran desgaste físico por parte de la oncena charrúa, el único respaldo era la preparación física y mental de cada uno. Y en ello se basaron para implementar la estrategia en el juego.

El Maestro Marcelo Bielsa, cerebral técnico de futbol, es el creador del renacimiento de Uruguay, después de la debacle de las ultimas competencias de años anteriores, transformo el equipo, desbanco a los mostros intocables como Muslera, Silva, Godín, Cavani, Suárez, este último aún está en la lista de seleccionados, mas como símbolo del espíritu charrúa, que como jugador. Bielsa renovó casi la totalidad de la plantilla de Uruguay y empezó una nueva andadura dentro del ámbito futbolístico mundial.  

Tal como indicamos, el primer tiempo fue de un intenso trámite en la lucha por el control del balón en el medio campo. La otra instrucción era anular al juvenil Endrick(9) también, cosa que fue cumplida en totalidad, las pocas pelotas que recibió las perdió casi de inmediato por la marca a presión. Paquetá no vio úna, su contribución en el control del medio campo fue nula, no genero ataques al pórtico rival, más tarde sería cambiado.

Uruguay a los 17” casi sorprende a Brasil con un cabezazo al pórtico por M. Ugarte (5) que es desviado por el defensa brasileño Danilo (2), la presión uruguaya es insistente, tanto física como sicológica sobre los principales hombre de Brasil, R. Araujo (4) cumple a cabalidad esta misión encimando a Endrik (9) constantemente, pero tendrá repercusión mas adelante en desarrollo del partido, al quedar lesionado y reemplazado por Giménez (2) a los 33”.

Juego duro, ríspido, fuerte, poniendo el pie sin miedo y con la bravura de todos los jugadores.  Fotos/ Andina-Perú

A los 27” y a los 30” Brasil hace sendas incursiones en el área uruguaya que se diluyen por intervenciones precisas de los defensores uruguayos. Otra vez Uruguay ataca por la banda derecha donde Arana (16) es constantemente desbordado, Valverde (15) hace un centro desde la banda al área brasilera, Núñez (8) se eleva y golpea el balón de forma incomoda y el esférico pasa a escasos centímetros por encima del travesaño, el portero Allison (1) solo la ve pasar.

Brasil reacciona con un contra-ataque veloz y Raphina (11) enfila directo hacia el pórtico uruguayo y remata a quema ropa, el portero Sergio Rochet (1) detiene el balón con la mano izquierda y desvía el esférico lejos, la mejor oportunidad de Brasil en el 1r. tiempo. A los 46” otra vez Raphina (11) pierde una oportunidad al recibir un balón filtrado y Rochet (1) para el disparo al borde del área grande, con el pie. Uruguay replica a los 47” con un potente disparo  desde fuera del área que casi agarra desprevenido a Allison (1) quien finalmente detiene el balón. Luego de estas últimas acciones el primer tiempo finaliza con un empate a cero goles para ambas escuadra.

La tónica en el segundo tiempo no cambia, Uruguay continua con la presión sobre Brasil, la marca es fuerte, pero sin mala intención, los empujones son habituales, el punto es quebrar cualquier jugada de ataque al pórtico. Brasil se ve inoperante, falto de ideas de cómo superar esa marca y táctica uruguaya. El juego es bien trabado, constantemente las jugadas con cortadas por faltas de ambos lados. El entrenador brasileño Dorival Junior se vuelve histérico con las faltas cometidas contra sus jugadores, protesta a cada momento, en todas las formas posibles, hasta que le llaman la atención.

Núñez (8) es un dolor de cabeza por la banda izquierda, sus avances profundos complican a la defensa brasileña, los centros o pases retrasados son desperdiciados por sus compañeros, con disparos por encima del travesaño.  A los 63” Gómez (15) de Brasil recibe una tarjeta amarilla, por el juego brusco, las amonestaciones y tarjetas son mostradas en este segundo tiempo. Al final Uruguay y Brasil son penalizados con tarjetas amarillas y una Roja contra el uruguayo Nández (8) por falta grave contra el brasilero Rodrygo (10) a los 70” luego de que el VAR confirmara la falta ‘Grave’. Uruguay se queda con 10 hombres y en inferioridad numérica faltando 20” para finalizar el encuentro, sin incluir descuentos (+5”).

Los cambios son obligados y Bielsa reemplaza al defensa expulsado Nández, saca a Pellistri (11) atacante y mete a Giménez (2), también ingresa De Arrascaeta (10) para reforzar el medio campo, mas Betancur (6) que ingreso pocos minutos antes, son 3 cambios que Bielsa realiza hasta ese momento. Brasil también aprovecha y realiza 3 cambios de jugadores, salen Paquetá (8) que no aporto nada y Gómez (15) quien tiene una amarilla.

A los 83” Endrik (9) hace su primer disparo directo al arco uruguayo, pero el guardameta Rochet (1) responde con rapidez y acierto. D. Junior hace dos cambios adiciones, en total son 5 los cambios realizados por Brasil, tratando de lograr el gol de la victoria en estos minutos finales. Lamentablemente no le alcanzan a Brasil para lograr  el objetivo y el segundo tiempo finaliza a cero goles por bando, un empate que los lleva a la tanda de penales para definir el ganador, nueva ruleta rusa, van 3 juegos en la fase de cuartos que terminan de esta forma.

Los penales son un capítulo aparte en este juego de eliminación. El equipo que ejecuta bien los penales GANA, así de simple.  Fotos/  Andina-Perú

Como dije, Brasil no tuvo los argumentos para controlar y generar un juego de conjunto con ideas claras, todo lo contrario a Uruguay. La peor opción para Uruguay era perder, su principal objetivo siempre fue ganar o empatar el partido, con la seguridad de tener la suficiente confianza en la experiencia de sus jugadores, en este tipo de finales.

El final por penales es como una ruleta, donde solo la calma y auto-control definen el éxito de un disparo, técnicamente el 70% del éxito reside en el ejecutor del disparo de balón, el otro 30% lo tiene el arquero, pues la velocidad del balón es tal, que son solo segundos que tiene el portero para atajar y evitar que la pelota ingrese al arco. Teniendo esto en mente, se supone que no debería haber fallos en los disparos de penal, pero existen las condicionantes que pueden limitar la eficacia de cada jugador al ejecutar el disparo, mentales, anímicas y técnicas.

Uruguay arranco metiendo el primer gol con una buena colocación de la pelota, dejando sin chance al portero Allison, cosa que no paso con el primer disparo de Brasil que fue atajado por Rochet (1). La segunda tanda ambos equipos convierten, luego en la tercera tanda Uruguay convierte y el de Brasil pega en la base del poste y sale rebotada, van dos disparos errados de Brasil las posibilidades disminuyen dramáticamente para Brasil.

Milagrosamente Brasil vuelve a respirar con un hálito de esperanza, Uruguay falla el cuarto disparo al atajar Allison el tiro. Brasil está obligado a meter los dos disparos que le quedan y esperar que Allison ataje un disparo más, para así ir a una segunda tanda de penales de muerte súbita (el que falle pierde).  Brasil logra meter el 4to. Gol y queda solo esperar que Allison ataje el 5to. y último tiro de Uruguay. La crispación en la torcida brasilera es inmensa, los rostros descompuestos lo dicen todo, rezan para que Allison haga el milagro. Uruguay también la sufre por dentro, pero con un poquito más de confianza ya que van ganado 3 x 2 en el marcador, solo necesitan meter este último y definitorio disparo, la responsabilidad recae en M. Ugarte (5) uno de los reemplazos que Bielsa realizo en las postrimerías del encuentro.

M. Ugarte (5) con aplomo y serenidad se para frente al esférico y ejecuta un magnifico disparo enviando el balón al lado izquierdo de Allison, mientras este se tiraba en sentido contrario. De esta manera Uruguay gana el encuentro y deja en el camino a Brasil, un Brasil desconocido, sin un esquema definido, sin un medio campo creativo, las nuevas estrellas brasileras no brillaron, quizá las inflaron demasiado, solo mostraron pequeños chispazos.

Como declaro Bielsa, los grupos económicos de poder, están malogrando el futbol, el mercantilismo daña la esencia del futbol como tal, creando estrellas que son infladas o súper-valoradas más allá de la realidad. Y esto afecta al futbol y a los mismos jugadores, pues ellos se creen todas esas cosas y pierden el horizonte de la realidad. Este encuentro lo demuestra claramente. Brasil vino súper-inflado, súper-confiado, súper-creídos y se dieron un costalazo contra el suelo con la dura realidad.