DOS PINCELADAS…BRASIL A LA FINAL

Gabriel de Jesús (Segundo Der.) de Brasil celebra con sus compañeros de equipo después de marcar contra Argentina durante su partido de semifinal del torneo de fútbol de la Copa América en el Estadio Mineirao en Belo Horizonte, Brasil. Foto/ANDINA vis AFP

Por Aldo Juan Gil/ Staff Full Deportes USA

Bastaron dos pinceladas de rico fútbol, para que la “Canarinha” pase el domingo a la final de nuestra Copa América.

Dani Alves Da Silva y Gabriel de Jesús, con sendas extraordinarias jugadas, pusieron la pelota como con la mano y mandaron a las duchas frías a un Argentina timorato, a un equipo que volvió a ser el de toda la copa, esperanzado en que Leonel Messi frotara la lámpara.

Brasil temperamental como pocas veces, y con un inacabable Dani Alves, corajudo y mostrando la clase de jugador que es -que es muy distinto a ser un buen pelotero- a pesar de los años, se comió la cancha y terminó el partido en el banderín del córner, pero de los argentinos.

Y el chico Gabriel de Jesús, con todo su potencial, clase y jerarquía, me parece que marcaron la diferencia, junto a un cumplidor Philipe Coutinho y José Enrique Casimiro, la pierna fuerte del equipo.

No necesito atacar mucho Brasil, pero hizo trizas la defensa gaucha, en cada ataque, que si bien fueron pocos, fueron los necesarios y suficientes, para sacarle lustre al triunfo.

Creo que si alguien del equipo gaucho se libra de la vergüenza es Juan Marcos Foyth, un marcador que despintó a Everton (que tuvo que ser cambiado), y a lo que se aparecía por su banda, y se atrevió hasta irse al ataque, con coraje, ardor y vergüenza deportiva. 

Esto sin duda es lo mejor -y creo que lo único- que nos ha dejado esta selección argentina.

Un partido bueno, con muy buenas jugadas, regateos y me parece que la tribuna gustosa del buen peloteo, ha quedado contenta.

No hay mucho más que decir del partido, pero si lo más preocupante, -coincidiendo con el editor- es comentar que esta selección argentina es la más desastrosa de hace muchísimo tiempo. 

Sin garra, sin corazón, sin calidad, con jugadores que ya cumplieron un magro ciclo, jugadores que pierden una semifinal, se duchan, se van a comer un buen asado y se acabó, deben abandonar la selección y dar paso a nuevas hornadas, que le cambien la cara y se recuperen.

En verdad, necesitamos una Argentina, del que conocemos, con fútbol atildado, con garra y corazón. No esto sinceramente.

PD.- Olvidé mencionar a un pibe, Leonel Messi, al que lo han hecho besar a Dani Alves, sobar cabecitas de niños, cantar el himno a todo pulmón y la CONMEBOL ordenó poncharlo a cada rato. Como funciona el medio y los intereses, es penoso realmente…